Salma Hayek en Black Mirror 6 hace una de las interpretaciones que más han dado de qué hablar de la serie de Netflix que ya está disponible para el público.
Imagina que tu vida se convierte en una serie de un servicio de streaming. Todo lo que haces, lo que ves, con quien interactúas te convierte en el protagonista de tu propia serie. Algo así es de lo que trata el episodio 1 de la sexta temporada de Black Mirror, la cual ya se encuentra disponible en la plataforma. Este primer arranque de la serie tiene como protagonistas a las actrices Annie Murphy y la mexicana Salma Hayek. Tal vez nunca nos hubiéramos imaginado ver a Salma Hayek en Black Mirror, sin embargo, está pasando y los resultados son sorprendentes.
Salma Hayek en Black Mirror
El capítulo en cuestión se titula ‘Joan es horrible’. Annie Murphy es Joan, una mujer déspota y con una vida en apariencia perfecta, que un día descubre que su vida es parte de un programa de televisión en el cual Salma Hayek, la verdadera Salma Hayek, la interpreta.
Al día siguiente de la transmisión del programa, que ventila y exagera las atrocidades que Joan comete en su vida, la mujer es despedida de su trabajo en el que era, en apariencia, intocable.
Cuando Joan intenta demandar a la serie, se encuentra con que la plataforma de streaming está autorizada a espiarla y usar su imagen, pues así lo consintió en las condiciones de uso al contratar el servicio.
Lo que más llama la atención de este episodio, además de su humor negro y una premisa que resulta espeluznante, es la fuerte crítica de Charlie Brooker, guionista de la serie, al propio Netflix y la tecnología que se dedica a espiar a sus usuarios.
Una pareja excepcional
Por su parte, Salma Hayek en su papel de Salma Hayek resulta divertida y trágica. La actriz encarna el doloroso deber de los actores de filmar situaciones incluso en contra de su voluntad, todo para el beneficio de corporaciones como Netflix, según la visión del sexto episodio de Black Mirror.
La actriz Annie Murphy resulta encantadora en el papel de una mujer cuya vida da un giro severo. Si algo ha distinguido a Black Mirror desde sus orígenes son las historias donde un individuo es asfixiado y acorralado por una situación desesperada que lo sobrepasa. En ese sentido, Murphy cumple cabalmente con el propósito de hacernos sentir su propia desesperación.
No hay motivos para perderse Black Mirror, la serie de Netflix que seguro dará mucho de qué hablar en los siguientes días. Se trata de un producto necesario para entender hacia dónde va el mundo y hacia dónde vamos nosotros como especie. Da escalofríos, pero también es muy divertido.
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Imagen cortesía de Netflix
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