Poco antes de presentar a los siguientes Vengadores en la pantalla grande, era necesario asegurar al personaje de Tony Stark y el lugar que ocupaba dentro de este nuevo mundo de superhéroes. En realidad, Iron Man 2 sucede antes que The Incredible Hulk por lo que nos encontramos con un personaje con más miedos y dudas que el que nos presentan al final de dicha cinta cuando busca “reclutar” a Bruce Banner. La película no trata de Iron Man, sino de Tony Stark y su posición frente al mundo. La primer entrega es sobre el presente, el lugar donde se encuentra Tony y el descubrimiento de lo que puede lograr si utiliza su mente para el bien. Esta segunda parte trata sobre el pasado de Tony, la herencia que le deja su padre y su legado como Iron Man.
Esto es Iron Man 2.
La secuela de la cinta que comenzó todo en Marve Studios tampoco es una película de superhéroes, sino de cómo cualquiera se puede convertir en uno de ellos. En la primera cinta la resolución final fue de un Tony Stark que se cree inmortal y por lo tanto acepta este nuevo papel de fama y que lo llamen superhéroe sin habérselo ganado. Jon Favreau, repitiendo su papel como director, nos recuerda dónde nos quedamos y nos reintroduce a Iron Man (no a Tony Stark) como un rock star haciendo una entrada espectacular en la Expo Stark. ¿Pero en qué lugar se encuentra realmente Iron Man? ¿Iron Man es alguien a quien debemos de temer o alguien que ha traído paz al mundo?
Antes, en la primera entrega, vimos al “héroe” poniendo en su lugar a terroristas y enfrentándose a su “versión alterna”, sin embargo, ninguna de sus acciones son las de un superhéroe. El mundo más que agradecerle, le teme, por eso en el primer acto tenemos el juicio de Tony Stark contra la seguridad nacional. Incluso Rhodey se pondrá del lado del poder al menos en los primeros dos actos.
Tony se encuentra en un lugar donde no es nada sin el traje. Aunque dejó de producir armas y se autoproclamó protector del mundo, en realidad sólo es un engreído que presume ser un superhéroe. Una de las mejores secuencias es cuando hace su fiesta y viste el traje de Iron Man. Ese es el respeto que le tiene al traje, incluso se orina en éste (pero tiene su sistema de filtrado).
Por otro lado, Tony se está muriendo por la toxicidad del reactor que lleva en el pecho, así que ya ni si quiera le importa hacer cosas que pongan en peligro su vida. Aquí es cuando entra el villano a mover el mundo de Tony Stark y poner en duda la credibilidad de Iron Man ante el mundo.
Pero mucho antes de presentarnos a Iron Man, vemos al opuesto de Tony Stark: Ivan Vanko, con una fina interpretación de Mickey Rourke. Conocemos, a través de una secuencia inspirada en Pi de Aronofsky, la historia del legado de los Stark y las nuevas hazañas de Tony/Iron Man. Descubrimos que el padre de Tony no trabajaba solo y ahora Iván carga con la venganza de su padre hacia los Starks. Iván bien pudo haber sido Iron Man pero no tuvo las oportunidades que tuvo Tony. El director hace un gran paralelismo al mostrarnos a Iván, en su cueva, creando su propio traje. Igual que la entrega anterior el villano no es tan importante como el camino interno que debe recorrer el protagonista para vencer a sus demonios y volverse un superhéroe, pero es lo suficientemente importante para poner en jaque a Iron Man y hacerlo crecer. Y aunque Mickey Rourke pudo crear un gran personaje, este muere de una manera bastante sencilla.
Sobre el sidekick de Iron Man, Rhodey, es muy destacable el papel tan importante que juega en la historia, pues cuando Iron Man falta, él tiene que asumir el rol de protector, La parte negativa del personaje es que él representa los intereses del ejército de los EEUU; obedeciendo órdenes de alguien más, pierde esa libertad con la que trabaja Iron Man. Tomemos en cuenta que todavía no existe un mundo de superhéroes y es el gobierno el que tiene que abogar por la seguridad de la población y su respuesta al “peligro” que representa Iron Man, es crear un ejército de Iron Men.
Además, el guión forma las bases para el futuro del MCU: tenemos una entrada impresionante de Iron Man al inicio de la película, de ahí es hasta los primeros 30 min. que vuelve a aparecer y por un breve tiempo en donde es brevemente derrotado. Luego, la siguiente hora somos testigos de cómo el personaje comienza a buscar una solución a sus problemas y no será sino hasta la última media hora de película que vemos el regreso triunfal de Iron Man pero ahora desde una mejor posición donde ya lo podemos llamar héroe. Nuevamente el director se aleja del blockbuster de acción para enfocarse con el arco dramático del héroe.
Mientras el Plot A es la historia de lucha de Tony, el Plot B trata sobre el MCU. El regreso de Nick Fury a punto de volverse el eje que unirá a los Vengadores; Coulson haciendo una breve aparición y soltando easter eggs de Capitán América y Thor; y la introducción de Black Widow, un personaje que ha crecido mucho a lo largo del MCU, aunque aún sin darle propiamente el lugar que merece. En Iron Man 2 su papel es muy sexualizado y secundario. Hoy en día, la manera en la que la retrataron, no funcionaría. Su mejor escena en la cinta es, sin embargo, cuando ella y el personaje de Jon Favreau pelean contra varios guardias de seguridad. Es una secuencia bellamente filmada que nos muestra por primera vez las habilidades de Natasha Romanoff añorando ver más.
Tal vez Iron Man 2 llegó a cines muy pronto, en un momento en el que sólo queríamos ver las historias de origen de los Vengadores y no una secuela de un personaje que apenas íbamos conociendo. Sin embargo, haciendo esta revisión previa a Infinity War es evidente que la cinta era necesaria para completar la historia de Tony Stark como Iron Man para que en un futuro, al llegar a Spider-Man: Homecoming, fuera un experimentado líder para una nueva generación de superhéroes al Universo Cinematográfico de Marvel.
Por: Melvin de Jesús Jiménez Nájera
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