Aunque no es en la misma fecha, en Japón también se celebra a quienes se nos han adelantado en la muerte. Se trata del festival de O-Bon.
Como en la tradición mexicana, durante el periodo de O-Bon se cree que los espíritus de los muertos bajan a nuestro mundo. Los familiares se preparan limpiando el altar familiar y se prepara comida para que los muertos puedan disfrutarla. La tradición dicta que este festival ocurra durante “la séptima luna” (es decir, en julio; aunque en algunas partes del país se celebra en agosto), del día 13 al 15.
El primer día se encienden lámparas en los cementerios y en las entradas de las casas. Estas linternas se llaman mukae-bi o fuego de bienvenida y su función es la de guiar a los espíritus a casa. El día 15 se encienden lámparas llamabas okuri-bi o fuego de despedida, que guiará a los espíritus de vuelta a los dominios de la muerte. En muchos lugares también es popular el Bon-odori, un baile tradicional muy sencillo que se realiza en comunidad.
Esta festividad japonesa está enraizada en el budismo y tiene el propósito de aligerar a los espíritus la dura carga que representa ser víctimas de su propio karma (para una breve explicación de este concepto, puedes ver esta nota). Sin embargo, se cree también que hacerlo da a los vivos vitalidad renovada.
¿Conocías este festival?