Top 5: Razones para leer Scalped

Traída al mundo gracias a Jason Aaron y R. M. Guéra, Scalped es una serie de cómics enfocadas en el crimen organizado, así como a la cultura y las condiciones de vida del Oglala Lakota, cuya historia está ambientada en la ficticia reserva india Prairie Rose en la actual Dakota del Sur.

El título que llegará próximamente a Vertigo Comics se trata de una propuesta sólida, potente y entretenida que te enganchará conforme va avanzando la historia; así que si te gustan los cuentos que involucren indios norteamericanos además de tramas con mucho drama, Scalped es para ti.

Es una crítica social descarada

La historia se mueve entre el género negro y el western de forma magistral, dotada de realismo raro que se asienta desde el inicio de la estructura que el actor va construyendo y distribuyendo a lo largo de cada número de Scalped y, al escribir para una editorial que no le pone ningún tipo de restricciones, Aaron logra plasmar y transmitir una crítica social tan cruda y frívola que para muchos supera por completo el descaro, pero esto mismo es lo que provoca que la historia sea buena y nos presenta otra cara del autor, una donde demuestra que, al tener tal libertad creativa, este logra encarar hasta a los guionistas más aclamados de cualquier editorial de cómics, creando una obra de primer nivel.

El cómic es completamente una historia cruda que no tienen nada que envidiarle a cualquiera que se asemeje.

Plasma un intenso drama criminal

Scalped mezcla el crimen organizado con la cultura actual de los nativos americanos de forma muy intensa, con los cuales crea la atmósfera ideal a través de diálogos secos y directos, pero humanos y pausibles; un texto de buena calidad.

Utiliza expresiones indias

Algo que particularmente llama la atención es el hecho de que Jason Aaron utiliza expresiones indias en dialecto lakota, las cuales no son una invención del mismo escritor, ya que realmente existen y están pasando a la historia del cómic como un gran misterio, debido a la falta de traducción, pero, a decir verdad, estos diálogos no tienen la necesidad de ser interpretados a nuestro idioma, ya que las ilustraciones del mismo R. M. Guéra ayudan a su interpretación.

Tiene el arte que la historia necesita

Cuando comienzas a leer el cómic, en primera instancia no sabes cómo llegaste ahí ni por qué estás leyendo eso, ya que sientes que el arte que ilustra las páginas no es el adecuado para esta y simplemente no aporta algo magnífico por lo cual maravillarse, pero conforme vas avanzando en la historia te das cuenta que simplemente todo tiene una razón de ser y que aquellas ilustraciones que en un inicio veías poco atractivas, van tomando la belleza que les corresponde, ya que te empiezas a familiarizar con la forma de expresión artística que Guéra maneja y terminas rendido a sus pies, tanto que al terminar de leer sabes perfectamente que Scalped no pudo estar en mejores manos.

Por si esto fuera poco, la habilidad de Lee Loughridge y Giulia Brusco para colorear las ilustraciones le dan uniformidad a los distintos marcos en los que se desarrolla la acción. Además, hay que hacer un gran reconocimiento al artista, debido a que este viene de hacer trabajo de estilo europeo y radicalmente cambia todo a un modelo americano de un momento a otro y realmente no se nota que apenas está haciendo este tipo de arte, ya que se desenvuelve a la perfección.

No es un cómic insignia

A diferencia de lo que muchos podrían pensar, Scalped no es ni está cerca de ser un cómic insignia que sea recordado a lo largo de los años, mucho menos que genere gran impacto entre los fanáticos, de hecho muchos comenzaron su lectura gracias a recomendaciones o por ver “qué tal resulta”, así como otros títulos de Vertigo Comics lo han hecho, pero sí es un título que vale mucho la pena ser leído y que merece el tiempo que el lector le dedica.

De acuerdo a las mismas palabras de Aaron Scalped es una serie criminal ambientada en una reserva india de nuestros días, y que implica casinos, juego, facciones de nativos americanos progresistas y tradicionalistas en guerra, problemas familiares, pérdida de la identidad cultural, metanfetaminas, sexo, vacas, pollos, el FBI y un misterioso asesinato con raíces en la militancia, el movimiento de Poder Rojo de los años setenta. Pero especialmente quería centrarse en la idea de una nación del Tercer Mundo dentro de los Estados Unidos y también explorar el efecto que la industria nativa del juego tiene sobre la gente que está al final de la cadena alimenticia.”