Swamp Thing La Edad de Bronce: La melancolía sobrenatural de un clásico

En lo profundo de los pantanos de Luisiana, lejos del alcance de la civilización, una criatura de sombras que sólo ha sido vista en destellos fugaces agita el pantano… Una torcida caricatura vegetal de lo que fue un hombre, algo que surge del pantano… ¡Swamp Thing: La Edad de Bronce!

Por: Jesús Chavarría

DC Vertigo

Hoy Swamp Thing es uno de los pocos conceptos que, pese a estar bajo los estándares del mainstream -concretamente los de DC-, y todo lo que esto implica, mantiene un indiscutible estatus de culto. Este, sin traicionarse o hacer demasiado ruido, le permite sorprender con la carga sentimental de sus oscuras aventuras e ir conquistando el favor de las nuevas generaciones.

Lo anterior se debe principalmente a la naturaleza trágica de sus rasgos heredados de los clásicos literarios. Los cuales le convierten en el vehículo ideal para explorar los géneros e ir más allá de las convenciones propias de los universos de superhéroes, a pesar de estar inmerso en uno de ellos.

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Es precisamente por lo llamativo de su contrastante actualidad, que siempre vale la pena darle un vistazo a la génesis de esta creación de Len Wein y Bernie Wrightson, que ahora es publicada en un solo tomo de lujo, junto con la recopilación de sus andares para la célebre Edad de Bronce.

El romanticismo gótico

Dicha publicación incluye su primera aparición en 1971, que obedece al romanticismo gótico con la traición como parte de los ingredientes principales, y ofrece una de las más descarnadas interpretaciones de aquella imagen comiquera por excelencia -que ha sido protagonizada por personajes que van de The Thing a Spawn– con el monstruo abatido y avergonzado, observando a lo lejos a su amada; hasta su segundo origen dentro de una historia que se nutre de la percepción trastocada por la Guerra Fría, acerca de los experimentos científicos, con todo y matones, agentes de gobierno y agregado romántico, ademas de una inolvidable y lacónica narración que parte de cuestionarse lo que es un recuerdo, y que bien podríamos conectar con El Espinazo del Diablo (2001), película de Guillermo del Toro cuyo inicio va con una reflexión similar, no solo en la estructura sino en su esencia de melancolía sobrenatural.

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Este último término que sin duda la temible criatura vegetal en la que aquí se ve convertido el Doctor Alec Holland, encarna con toda su fuerza emocional, mientras deambula entre episodios que, a través de la tristeza, dotan al horror de poesía y hacen de la parsimonia la herramienta ideal para seducir al espectador, desarrollando líneas argumentales que le llevan a encontrarse con cosmonautas alienígenas, criaturas sintéticas, mutaciones animales y otras criaturas salidas del lado más insólito e inquietante de la ciencia ficción y la fantasía, e incluso con la versión de Batman de los años 70.

Un clásico de DC Vertigo

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Swamp Thing: La Edad de Bronce representa la oportunidad de encontrarse por primera vez en toda su magnitud con un personaje que quizás solo conocen porque lo han visto brevemente en las películas animadas recientes. Además, permite descubrir la línea de cómics que se retroalimentaron con las producciones de género de el último tercio del siglo pasado, y que hoy son parte de la materia prima del entretenimiento de autoreferecia al que pertenecen propuestas tan populares como Stranger Things.

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En cuanto a los iniciados del mundo de las viñetas, se trata de una pieza de colección irresistible.