La influencia de The Man Who Laughs en The Joker

1928, cuando el cine mudo era una de las expresiones artísticas más populares. El mundo vio la llegada de una película que llegó para mover muchas fibras y convertirse en una fuente de inspiración dentro del séptimo arte con el paso de los años; sobretodo en el cine de horror en la década de 1930.

La adaptación de la novela de Victor Hugo fue producida por Carl Laemmle y dirigida por Paul Leni, quien fue uno de los pioneros en explotar el tema expresionista de la sombra sobre la luz, los cuales eran perfectos para el género, y quien logró convertir la película en un espectáculo visual enorme.

Con un guión de J. Grubb Alexander, The Man Who Laughs nos cuenta la historia de Gwynplaine, un niño que fue desfigurado por los gitanos a causa de la traición de su padre, obligándolo a vivir eternamente con una sonrisa en el rostro para que “se ría siempre de su tonto padre”. Gwynplaine fue interpretado por el actor Conrad Veidt, mejor conocido como Major Strasser en Casablanca.

La apariencia de este personaje se volvió bastante aterradora en el mundo del cine, debido a que Gwynplaine tenía un rostro horrible, provocado por su desfiguro, que hizo que muchas personas simplemente lo despreciaran, y para lograr esto, Veidt tuvo que someterse a la terrible tarea de usar unos ganchos especiales que se colocaban en las esquinas de la boca para alargarla y dar la apariencia de que tiene una gran boca con una enorme sonrisa, la cual, no bastando, era retocada con bastante maquillaje. Sí, seguro después de leer esto esta caracterización les suena bastante familiar.

Pues no están equivocados, la apariencia de Gwynplaine nos recuerda al Principe Payaso del Crimen mejor conocido como The Joker y, en efecto, este personaje del cine fue la fuente de inspiración principal para la creación de este personaje.

Creado por Jerry Robinson, Bill Finger y Bob Kane, el archienemigo de Batman retoma la espantosa mueca permanente de Gwynplaine en 1940 para convertirse en uno de los villanos más temidos y gustados del universo DC Comics, el cual se ve obligado a vivir con esta apariencia gracias a un baño con ácido químico que recibió.

La influencia de la apariencia del personaje principal de The Man Who Laughs sobre este personaje fue tal que, hasta la fecha, sigue presente, pero se hace más evidente en la película Batman de 1989, donde Jack Nicholson dio la primera imagen live-action al personaje dejándonos ver el innegable parecido a Gwynplaine, pero esto no quedó ahí, ya que Batman: The Dark Knight del director Christopher Nolan también usa la imagen de este personaje como su principal influencia, donde Heath Ledger encarna a este personaje, e incluso hay una escena donde puedes ver a Gwynplaine en la imagen del Joker.

Pero, la verdad de todo esto es que Gwynplaine sólo presta su apariencia física para el personaje, ya que este no tiene nada de maldad en su ser, a pesar de su monstruosa imagen y que era tomado como una criatura espantosa que inspiraba miedo, este era en realidad un alma buena. Es como ver la versión buena y mala de The Joker.

Si no hubiera sido por la gran obra de Victor Hugo y la imagen de Conraid Veidt en The Man Who Laughs tal vez nunca hubiéramos tenido a uno de los mejores villanos de DC Comics.

No olvides que puedes encontrar a Joker dentro de los títulos que SMASH y DC Comics México tienen para ti.